martes, 30 de junio de 2009

Horas de descanso


Un alto en el camino, que estoy cansado.

Ya he hecho todo el trabajo que se podía hacer, ahora toca esperar resultados, así que me he tomado una semana de vacaciones total. Me he propuesto no pensar en ninguna investigación, no pensar en política, no ver la tele y menos los noticieros, no imaginar proyectos empresariales ni buscar el por qué de cada cosa que no entiendo.

Es tiempo de dejar a la mente que haga su trabajo.

Pero mientras me vienen a la cabeza muchas cosas, y, entre todas las que quiero dejar fuera, alguna se me escapa.

Murió Michael Jackson. Jamás olvidaré esas noches en las que veía sus conciertos y actuaciones ni la primera vez que tuve pesadillas con el video de Thriller. Tampoco puedo olvidar la tarde de verano que pude quedarme anonadado con el videoclip de Black or White. Todos queríamos bailar como él. Así se cobra el mundo una víctima más del capitalismo salvaje apllicado a la música o lo que otros llaman POP (si Warhol levantara la cabeza, eso si está muerto que ahora no lo sé).

Salió don Silvio en pelotas en la portada de mi periódico favorito...genial...algo para contar a mis hijos. El chulo de Europa, el bufón rico de Italia (reflejo de la deriva que toma este país) ha sido descubierto (menuda hallazgo) haciendo el guarrete en una mansión y se sospecha que ohhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhh había drogas (tono susurrante). Y yo soy imbécil y no lo sospechaba...pufff, nos ha pillado por supersorpresa...en fin. Si esto le hubiera pasado a Zapatero...madre mía...

Aquí se sigue echando la culpa de todo a Zapatero y seguimos llenando restaurantes, hipotecándonos, despilfarrando, chupando del frasco del paro tras no haber cotizado nada (todo eran billetes de 500) Y ahora tengo que compadecerme de ellos...pues nada, hala. Lo siento mucho, pero pienso que la tierra es para el que la trabaja no para el que especula. La especulación es un juego en el que se intenta calcular un valor en el futuro...pero, qué pena, no nos habían dicho que el futuro es incierto, en todo caso igual hay que mirar la historia, que a veces hasta se repite y todo...pero...cuando discuto con esos típico individuos me responden con lo mismo "el pasado y la historia ahí quedan".

Hace nada discutí con una amiga acerca de la financiación autonómica y me decía (repitiendo la cantinela) que por qué hay que dar dinero al Pais Vasco y Cataluña, encima de que Franco les puso la industra ahí...pues no, le contesté. Si lees un poco la historia de esas regiones llevan siendo el motor de nuestra economía desde hace por lo menos quinientos años...si no explícame la semana negra de Barcelona, explícame las revueltas obreras del 34 (en Asturias sobre todo) explícame por qué allí sobre todo fueron obreros de esas fábricas (que no había puesto Franco ahí) los que se sublevaron en armas...por eso la recomiendo a ella y a todos un libro que se escribió en época de Franco y que no es un panfleto rojo, precisamente. La trilogía "Los cipreses creen en Dios", "Un millón de muertos" y " Ha estallado la paz" de José María Gironella, ambientada en Girona.

Luego hablamos.

viernes, 26 de junio de 2009

Como dijimos ayer

Aguas de Menorca


He decidido titular este post, con esas palabras de Fray Luis de León con las que inició sus clases en su cátedra de Salamanca tras haber sufrido varios años de injusta prisión.

Pido perdón por tener este espacio un poco abandonado, pero es que estos últimas semanas han sido frenéticas. Me vi embarcado en una aventura apasionante, como colaborador en las elecciones europeas como comunicador de eventos. Uno de mis sueños cumplidos, unir la política y la comunicación audiovisual en un mismo trabajo.

Fueron días de mucho trabajo de poquísimas horas de sueño, de conocer gente maravillosa y menos maravillosa, de aprender, de sufrir, de disfrutar... viajar por todo el país, practicamente, y a pesar de que el sueño me vencía en los trayectos, pude disfrutar también de los cambiantes paisajes de la península.

El resultado de las elecciones ya os lo conocéis, una derrota engañosa y una victoria dudosa. Todo un poco raro...

Ahora vuelvo del paraíso de Menorca, al cual acudí como terapia de choque frente a un mes y medio de estrés continuo, que llegó hasta el punto de levantarme por las noches creyendo que no llegaba a tal y tal mitin. Puff.

Menorca es una pequeña isla de unos cuarenta kilómetros de distancia más larga, un vergel donde la gente va a descansar y disfrutar de la naturaleza, huyendo de los horrores urbanísticos murcianos y valencianos entre otros (los mismo que nos usurpan el agua y nos llaman insolidarios). Bien se lo habría dado a los menorquinos que conservan a capa y espada la integridad medioambiental de su isla, en fin...

Retomo este espacio para caminantes en el momento en el que se establece una bifurcación en el camino, casi un "crossroad" o cruce, en el idioma de Cervantes. Debo elegir. Es un momento tenso, como casi todos en los que hay que elegir. Un gran amigo me dijo un día "tu es que siempre estás dudando" y qué razón tiene...pero ¿Acaso no le hace al hombre hombre el hecho de preguntarse a sí mismo? ¿No somos acaso un mono triste que se bajó de un arbol?

Seguimos el camino.

Y todo se complicó.