domingo, 24 de enero de 2010

Artículo que he encontrado

Hace unas semanas escribí acerca de lo subnormal que ha pasado a ser el correr riesgo voluntario y exigir responsabilidades al gobierno. Que si la ha cagado en Somalia, que si los cooperantes secuestrados, que si los soldados no tienen protección en la guerra, que si tal y que si cual...

Y ya me he hartado de tanta hipocresía, hace unos días leí un artículo de un soldado español que decía que lo que necesitaban no era mejores armas, sino mejores objetivos y órdenes más claras. Está claro que se refería a aquel monólogo de Apocalypse Now en el cual el coronel Kurtz, interpretado por un genial Marlon Brando, decía a su futuro ejecutor que podía matarle pero no juzgarle. Que una civilización que era capaz de sacrificar a sus hijos para la victoria, jamás sería vencida.

Está bien que los datos económicos y la valoración al gobierno esté bajo mínimos cuando hay 4 millones de parados. Yo no voy a ser el primero en decirlo. Pero no voy a apoyar jamás el dar responsabilidades al gobierno por cosas que no son suyas y os adjunto este artículo de Perez Reverte para que os lo aclare mejor.

"Hace treinta y dos años desaparecí en la frontera entre Sudán y Etiopía. En realidad fueron mi redactor jefe, Paco Cercadillo, y mis compañeros del diario 'Pueblo' los que me dieron como tal; pues yo sabía perfectamente dónde estaba: con la guerrilla eritrea. Alguien contó que había habido un combate sangriento en Tessenei y que me habían picado el billete. Así que encargaron a Vicente Talón, entonces corresponsal en El Cairo, que fuese a buscar mi fiambre y a escribir la necrológica. No hizo falta, porque aparecí en Jartum, hecho cisco pero con seis rollos fotográficos en la mochila; y el redactor jefe, tras darme la bronca, publicó una de esas fotos en primera: dos guerrilleros posando como cazadores, un pie sobre la cabeza del etíope al que acababan de cargarse. Lo interesante de aquello no es el episodio, sino cómo transcurrió mi búsqueda. La naturalidad profesional con que mis compañeros encararon el asunto.

Conservo los télex cruzados entre Madrid y El Cairo, y en todos se asume mi desaparición como algo normal: un percance propio del oficio de reportero y del lugar peligroso donde me tocaba currar. En las tres semanas que fui presunto cadáver, nadie se echó las manos a la cabeza, ni fue a dar la brasa al Ministerio de Asuntos Exteriores, ni salió en la tele reclamando la intervención del Gobierno, ni pidió que fuera la Legión a rescatar mis cachos. Ni compañeros, ni parientes. Ni siquiera se publicó la noticia. Mi situación, la que fuese, era propia del oficio y de la vida. Asunto de mi periódico y mío. Nadie me había obligado a ir allí.

Mucho ha cambiado el paisaje. Ahora, cuando a un reportero, turista o voluntario de algo se le hunde la canoa, lo secuestran, le arreglan los papeles o se lo zampan los cocodrilos, enseguida salen la familia, los amigos y los colegas en el telediario, asegurando que Fulano o Mengana no iban a eso y pidiendo que intervengan las autoridades de aquí y de allá �de sirios y troyanos, oí decir el otro día�. Eso tiene su puntito, la verdad. Nadie viaja a sitios raros para que lo hagan filetes o lo pongan cara a la Meca, pero allí es más fácil que salga tu número. Ahora y siempre. Si vas, sabes a dónde vas. Salvo que seas idiota. Pero en los últimos tiempos se olvida esa regla básica. Hemos adquirido un hábito peligroso: creer que el mundo es lo que dicen los folletos de viajes; que uno puede moverse seguro por él, que tiene derecho a ello, y que Gobiernos e instituciones deben garantizárselo, o resolver la peripecia cuando el coronel Tapioca se rompe los cuernos. Que suele ocurrir.

Esa irreal percepción del viaje, las emociones y la aventura, alcanza extremos ridículos. Si un turista se ahoga en el golfo de Tonkín porque el junco que alquiló por cinco dólares tenía carcoma, a la familia le falta tiempo para pedir responsabilidades a las autoridades de allí �imagínense cómo se agobian éstas� y exigir, de paso, que el Gobierno español mande una fragata de la Armada a rescatar el cadáver. Todo eso, claro, mientras en el mismo sitio se hunde, cada quince días, un ferry con mil quinientos chinos a bordo. Que busquen a mi Paco en la Amazonia, dicen los deudos. O que nos indemnicen los watusi. Lo mismo pasa con voluntarios, cooperantes y turistas solidarios o sin solidarizar, que a menudo circulan alegremente, pisando todos los charcos, por lugares donde la gente se frota los derechos humanos en la punta del cimbel y una vida vale menos que un paquete de Marlboro. Donde llamas presunto asesino a alguien y tapas la cara de un menor en una foto, y la gente que mata adúlteras a pedradas o frecuenta a prostitutas de doce años se rula de risa. Donde quien maneja el machete no es el indígena simpático que sale en el National Geographic, ni el pobrecillo de la patera, ni te reciben con bonitas danzas tribales.Donde lo que hay es hambre, fusiles AK-47 oxidados pero que disparan, y televisión por satélite que cría una enorme mala leche al mostrar el escaparate inalcanzable del estúpido Occidente. Atizando el rencor, justificadísimo, de quienes antes eran más ingenuos y ahora tienen la certeza desesperada de saberse lejos de todo esto.

Y claro. Cuando el pavo de la cámara de vídeo y la sonrisa bobalicona se deja caer por allí, a veces lo destripan, lo secuestran o le rompen el ojete. Lo normal de toda la vida, pero ahora con teléfono móvil e Internet. Y aquí la gente, indignada, dice qué falta de consideración y qué salvajes. Encima que mi Vanessa iba a ayudar, a conocer su cultura y a dejar divisas. Y sin comprender nada, invocando allí nuestro código occidental de absurdos derechos a la propiedad privada, la libertad y la vida, exigimos responsabilidades a Bin Laden y gestiones diplomáticas a Moratinos. Olvidando que el mundo es un lugar peligroso, lleno de hijos de puta casuales o deliberados. Donde, además, las guerras matan, los aviones se caen, los barcos se hunden, los volcanes revientan, los leones comen carne, y cada Titanic, por barato e insumergible que lo venda la agencia de viajes, tiene su iceberg particular esperando en la proa."

Arturo Pérez Reverte

martes, 19 de enero de 2010

Consejos sacados de la crisis


Hace poco estuve foreando con unos colegas acerca del tema de comprar o no pisos, esperando que hayamos aprendido algo de la crisis, no tuve más remedio que contarles mi postura que es menos radical de lo que parece, Así que sin dilaciones voy a pasar a transcribiros una de mis opiniones:

A ver, y para aclarar mi postura... que no quiero que me creais un activista comunista u okupa venido a menos,

Yo no estoy en contra de comprar, si se tiene dinero adelante siempre con lo que desees de verdad, yo estoy en contra de las hipotecas de más de 10 años y os hablo en términos ecnonómicos.

He manejado una herramienta de cálculo durante siete meses, si ahorrases la parte de los intereses de la hipoteca y vivieras de alquiler, podrías comprarte la casa a tocateja en el mismo tiempo...lo cual la ecuación es así para aclararos:

Si Pagas hipoteca a 30 años de 200.000 euros a un 1% de Euribor sin contar diferenciales del banco (que son lo que aumentan sus ingresos):

- Al principio todo intereses o casi todo (no pagas la casa, pagas al banco) según los cálculos pagas al final el doble de su valor inicial. Es decir, al final tú pagas 400.000 euros y hasta que no pagues el último duro LA CASA NO ES TUYA, ES DEL BANCO A EFECTOS ECONÓMICOS Y EN PARTE LEGALES. Luego en 30 años NO TIENES NADA.

- Siempre queda la opción de si no puedes pagarla la puedes vender, bien, AQUÍ ES DONDE SE HA PRODUCIDO LA CRISIS ECONÓMICA. La gente siempre decía "siempre la puedo vender" porque aquí compraba todo cristo.

- Pero el problema es que cuando necesites, no la puedas vender o la vendas por la mitad, bien, pues si una casa de 200.000 euros, la vendes por el mismo precio (dios te ayude a hacerlo hoy en día), pues habrás perdido TODO LO QUE LE HAS DADO AL BANCO que será mucho muchísimo, sin contar la depreciación de la vivienda por el tiempo que ha pasado.

- En caso de que el matrimonio vaya mal, (cosas que pasan a veces, el 50% según las estadísticas) espero que el amor de nuestra vida siga siendo esa maravillosa persona que creemos que es, porque si eres tú el que la deja, posiblemente tengas que ceder legalmente y pagar la hipoteca (de una casa que no es tuya) y un alquiler que será donde vivas sólo, o con la nueva, pues legalmente casi seguro que te despluma. así que suma dos cantidades más. Osea que te puedes ver pagando un alquiler y una hipoteca que es de una casa que no es suya..

- Si vives de alquiler y ahorras, te compras una casa a tocateja o con una hipoteca a diez años con unos intereses más bajos y todos tan contentos, matemáticamente calculado.

Otro rollo es lo de la cooperativa de viviendas, pero aún así, el tema financiero es el que es...

Sed precavidos, ahora que sabéis el secreto de los boskis pues mirad cualquier video de Leopoldo Abadía en Buenafuente que os explicará mejor estas cositas...

Un curiosa contradicción para acabar: las hipotecas son buenas para el sistema económico pues supone flujo de dinero y eso se traduce en que puedan realizar proyectos sociales, de ahí las obras sociales que están dando tantas oportunidades a la gente de mejorar sus vidas a nadie le ponen una pistola para que pida una hipoteca, por lo cual, no satanizo a los bancos ni mucho menos, hacen un servicio. El problema es cuando pasan de dar el servicio a tener contentos a una junta de accionistas que quiere beneficios a toda cosa y ahí se jodió el tema.

Resumen, que los bancos son necesarios, pero hay que tener cuidado, como con todo.

Es mejor ahorrar y pedir un crédito para que tu hijo estudie en la mejor universidad de estados unidos (son 30.000 al año, lo que vale un coche bueno) y tiene la mejor herencia del mundo, no una mierda de casa con 40 años (por más bonita que sea).

Besitos


lunes, 11 de enero de 2010

Me vuelvo para el norte


Bueno, gente, pues vuelvo para Suecia, Karlstad. He pasado tres semanas entrañables, en las que no he hecho nada más que reivindicarme en mis creencias. Que si quiero a los que quiero es por algo, que a los demás es porque no tengo tiempo (el amor gasta tiempo y dinero por si no lo sabíais) pero ha sido bastante completito. Ha acabado incluso con susto, pero al que tengo que agradecer el hecho de apreciar aún más a la familia que tengo, si cabe.

Vuelvo a lo que elegí, luego decir que lo hago sin ganas es un ejercicio de hipocresía. Es un sentimiento parecido a cuando estudiaba la carrera y volvía del verano a las aulas, la verdad es que por pereza no me gustaba , pero al poco tiempo todo cambiaba y seguía su curso.

Vuelvo con ganas. Gracias a este retiro espiritual al que me he sometido en la España nevada (quién me lo iba a decir). La verdad es que no tengo la impresión de haber hecho nada productivo, pero supongo que estoy poniendo en orden mis pensamientos, que tampoco está mal de vez en cuando.

Y ahora que he recargado las pilas, a seguir con la aventura y por supuesto a seguir escupiendo en este blog lo que pase por mi señora sesera. Bien podría hablar de despedidas en andenes subterráneos regados con lágrimas de añoranza, como podría comentar algo de la política de mi localidad de nacimiento, Talavera...creo que voy a optar por la segunda, que la primera me la quedo yo...espero que no os siente mal.

martes, 5 de enero de 2010

Propósito de año nuevo: Pedir a ZP que suba el I+D

A tomar por saco.

Mira por donde me acusan de ser un sociata forofo y radical de Zapatero, que no, que no es eso coño. Soy socialista y me gusta Zapatero, por supuesto, por causas obvias. La primera es que no me gusta que me miren por encima y menos un tipo al que he puesto yo ahí. Aznar se pasó de chulo y de hipócrita, y eso lo llevó a su extremo en su política económica de los primeros cuatro años (los que dicen que fueron los mejores) en los cuales las medidas de Felipe González comenzaron a funcionar mientras repartía empresas a sus coleguitas, como Timofónica, me cago en su madre. Es el mayor monopolio que ha visto la tierra, mayor que microsoft, mayor que google, joder que estos nos facilitan la vida pero los tíos estos venga a joder...Zapatero jamás ha tenido un comentario altisonante ni le ha puesto los pies encima de la mesa a Obama.
La segunda causa es que me parece un tipo normal, y yo creo que cualquier español con dos dedos de frente puede llevar el país, somos gente capacitada. Y las demás causas no me apetece ponerlas que son muchas y variadas...

Pero mira por donde, y para que mi espacio gane transparencia, voy a meter cera un poco...me gusta cómo están llevando la crisis, y me gustaría que los empresarios tomaran ejemplo...no es tiempo de ahorrar, es tiempo de gastar razonablemente, el gobierno está gastando, si... pero en algunos flecos creo que lo de "razonablemente"... sigo sin entender qué ha pasado con I+D, ya que la mayoría de los empresarios de España son patéticos (pero creo en el cambio generacional), por lo menos que sea el gobierno el que invierta, esto está funcionando, EEUU, China, Israel e India tienen un ojo puesto en España en temas como las nuevas tecnologías, ecologismo, alta velocidad y por qué no decirlo (dejemos de ser hipócritas) en armamento.

Soy de la teoría de que cuando se tiene poco dinero es cuando no hay que ahorrar, hay que estimular la economía, el flujo de capital, la creación de nuevos viveros de producción y empleo. Creatividad, la clase creativa de Richard Flórida, la que los latinos podemos tomar las riendas por nuestra cultura Policrónica y rapidez a la hora de solucionar los problemas, somo sociales y vivimos en un mundo conectado, podemos dar lecciones de sociabilidad, de negocios sociales. Facebook, tuenti, msn, la telefonía móvil, tiene a España en el más alto escalafón de generador de ingresos, las redes sociales y los videojuegos vienen a ser el sustitutivo de la charla en la plaza del pueblo, en el café gijón, en la puerta del comercio de turno y la partida de mus...podemos ser líderes y de paso crear una generación líder en el mundo...

Vamos hombre, no me quites el dinero a la I+D!!!!

Ahh y gracias por lo del tabaco, Dios qué alivio cuando me enteré...