viernes, 26 de junio de 2009

Como dijimos ayer

Aguas de Menorca


He decidido titular este post, con esas palabras de Fray Luis de León con las que inició sus clases en su cátedra de Salamanca tras haber sufrido varios años de injusta prisión.

Pido perdón por tener este espacio un poco abandonado, pero es que estos últimas semanas han sido frenéticas. Me vi embarcado en una aventura apasionante, como colaborador en las elecciones europeas como comunicador de eventos. Uno de mis sueños cumplidos, unir la política y la comunicación audiovisual en un mismo trabajo.

Fueron días de mucho trabajo de poquísimas horas de sueño, de conocer gente maravillosa y menos maravillosa, de aprender, de sufrir, de disfrutar... viajar por todo el país, practicamente, y a pesar de que el sueño me vencía en los trayectos, pude disfrutar también de los cambiantes paisajes de la península.

El resultado de las elecciones ya os lo conocéis, una derrota engañosa y una victoria dudosa. Todo un poco raro...

Ahora vuelvo del paraíso de Menorca, al cual acudí como terapia de choque frente a un mes y medio de estrés continuo, que llegó hasta el punto de levantarme por las noches creyendo que no llegaba a tal y tal mitin. Puff.

Menorca es una pequeña isla de unos cuarenta kilómetros de distancia más larga, un vergel donde la gente va a descansar y disfrutar de la naturaleza, huyendo de los horrores urbanísticos murcianos y valencianos entre otros (los mismo que nos usurpan el agua y nos llaman insolidarios). Bien se lo habría dado a los menorquinos que conservan a capa y espada la integridad medioambiental de su isla, en fin...

Retomo este espacio para caminantes en el momento en el que se establece una bifurcación en el camino, casi un "crossroad" o cruce, en el idioma de Cervantes. Debo elegir. Es un momento tenso, como casi todos en los que hay que elegir. Un gran amigo me dijo un día "tu es que siempre estás dudando" y qué razón tiene...pero ¿Acaso no le hace al hombre hombre el hecho de preguntarse a sí mismo? ¿No somos acaso un mono triste que se bajó de un arbol?

Seguimos el camino.

Y todo se complicó.

3 comentarios:

David Rodríguez García dijo...

Merecidas vacaciones tras, por lo que leo, un triunfo en tu carrera.
Ya me contarás con detalle.

Manolo dijo...

Estoy tardando más de veinte días en ponerme al día con las noticias del lector.

Hoy por fin he logrado llegar hasta las entradas que me gusta leer lentamente, sin prisa, tras dejar los análisis, entrevistas y críticas acerca y en torno al software. Y me encuentro con una conclusión escalofriante:

"Seguimos el camino. Y todo se complicó"

Si este invento que llamamos vida no fuese complicado entonces sería muy aburrido. Es cierto que en ocasiones tal complicación nos abruma y encoge el corazón, pero es ella la especia que sazona nuestro día a día.

Y como toda especia ha de ser tomada con moderación. Si nos pasamos sufriremos ardor de estómago y si nos quedamos escasos el guiso nos sale insípido.

Por cierto, se echa de menos un cafetillo ;-)

Daniel Gomez dijo...

Ese cafelito cuando quieras y podamos Manolo, yo también lo echo de menos...por cierto que me piro al extranjero a mediados de Agosto, estarás por Talavera???