miércoles, 16 de enero de 2008

El político




Parafraseando el título de la mítica película de Robert Rossen, no he podido evitar escribir acerca del que creo, acontecimiento del año en política. La posible retirada de la política de Alberto Ruiz Gallardón.

Digo que es el acontecimiento del año porque hasta ahora todo lo que se ha visto entraba dentro de las reglas del juego democrático. Un gobierno haciendo cosas y una oposición criticando como puede para volver al poder. Hasta aquí que nadie se levante. Mirándo por encima de modus operandi de ambos, es lo lógico.

Pero hay políticos que brillan con luz propia. Y brillan porque son políticos. Me explico. Son profesionales de la política, gente que ama el poder y el hacer cosas (buenas o malas) por encima de intereses materiales y mundanos.

No seré yo el que opine que las cosas que hizo Gallardón son las correctas. No. Discrepo en muchas. Pero hay algo en él que me hace despertar la simpatía. Tras mucho divagar, caí en la cuenta. Gallardón es un político. Hace cosas. Y en su partido le han castigado por ello. No es tanto el no dejarle ir en las listas del congreso, es el tonillo. Como decía un profesor mío, no es el que te llamen cabrón, es cómo te lo dicen.

Este individuo ha osado hacer política para sus ciudadanos, para sus votantes y, en contadas ocasiones, para sus no votantes, ha osado desmarcarse de ridiculeces como opinar acerca de un proceso de paz consensuado por el parlamento, una guerra injusta, cantidad de casos de corrupción de unos y otros, incluso de su ayuntamiento. Ha pactado con la oposición cuando era necesario para el país y ha criticado duramente decisiones políticas de sus contrincantes, sin caer en las descalificaciones personales ni en la indecencia.

Hacía tiempo que lo veía como el futuro presidente del gobierno, por desgracia, pero ahora, tras ver a ese círculo casposo, retro, cavernícola que gobierna la derecha española...creo que España pierde mucho con la dimisión del nieto de Isaac Albéniz, por cierto uno de mis compositores favoritos. ya no tengo miedo, tengo tristeza.

Mi ilusión política era ver a Zapatero y Gallardón en presidencia y oposición. con un país, gobernado por una clase política global.

Quiero recordar algo a los miembros del PP...la democracia es el gobierno del pueblo...y el pueblo quiere a Gallardón...ustedes sabrán.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Vamos a ver, desde un punto de vista de izquierdas, esta situación es muy buena. Porque me refuerza en la temática western. Los buenos, contra los malos.

Mejor, así no hay "grises"

Alex

Anónimo dijo...

no hace falta que te diga lo que pienso; gallardon no es santo de mi devoción, pero es un político moderno, como lo es ZP, y arrastra votos y por ello la derecha se tirará de los pelos tras el 9M.
Como te dije ayer, pienso que ayer comenzo una nueva era en la política española, ya que Gallardçon no se va a ir a su casa, algo tendrá en la cabeza y eso puede ser ese partido de centro que tanto demanda la gente y que quizá vendría bien para regenerar la política española, y sobretodo, regenerar a la derecha supuestamente democrática española, anclada en el pasado; como votante socialista, espero que tras el 9M haya una reflexión por parte de ese espectro político, porque aunque les pese a muchos, tendremos presidete sociaista otros cuatro años