El caballero blanco

Me desencajo, literalmente, me doblo y salgo de mi. La aventura de leer la actualidad tiene estas cosas. El gobierno va a aprobar una nueva ley del aborto que impedirá que sólo las niñas pijas como la hija embarazada de la candidata ala vicepresidencia republicana de EEUU puedan permitirse ir a Londres a interrumpir el embarazo como en un episodio de "Cuéntame", y ejercer un derecho, que no un deber...

Confieso que el debate ético es muy complicado, y cuando dudo, desde mi modesta opinión, de qué es lo mejor para la sociedad, es cuando tiro del liberalismo. Es decir, en Roman Paladino, que "cada perro se lama el pijo". En la conciencia de cada uno quede, con sus particularidades. Pero no seamos hipócritas, sabemos que el riesgo de embarazo es igual de parecido en todas las clases sociales, y una niña del barrio de Salamanca de Madrid se queda igual de embarazada que una de Usera o de una ciudad de provincias. De hecho el riesgo es mayor en las clases pudientes, en mi opinión, pues ¿qué clase de educación sexual han recibido unas chicas en un colegio privado de monjas en el que se niega el evolucionismo? Seamos sensatos.

Pero en ese momento aparece un heredero de la benevolente Inquisición (literal) y dice que el gobierno atenta contra las bases del ser humano por promulgar esa ley.

No me jodas. (siento la licencia barriobajera con la que me expreso aquí, pero es que no aguanto). Me da igual que seas religioso o no. Es cuestión de sentido común. Por lo menos cállate y sigue trabajando por limpiar ese pasado que tenéis tan sucio.

Hablando de pasado sucio...y a lo que quería hablar de verdad... cuando tras la aprobación de una ley de Memoria Histórica muy "light", ya parecía que todo se había calmado, que los muertos iban a seguir bajo tierra, insultados y vilipendiados, parecía que íbamos a seguir diciendo que "no hay que recordar el pasado" etc... surje la figura del Juez Garzón y es cuando empiezo a creer en que la realidad supera a la ficción. En la nueva película de Batman queda claro que el auténtico superhéroe no es el que se dedica a usar la fuerza sino los instrumentos de un estado de derecho.
En la película se le llama "el caballero blanco" que se diferencia de "el caballero oscuro" por sus métodos.

Existen, los caballeros de la tabla redonda existen, se me ponen los pelos de punta cuando leo que va a pedir que casi treinta mil iglesias pongan en manos de la justicia sus censos de fusilados por la represión y surgen las voces en su contra. Algunas parroquias lo harán encantadas otras no, otras tienen que callar que fue el cura del pueblo el que se saltó el mandamiento de Cristo "ama a tus enemigos" y fue señalando uno por uno a los que había que poner frente a la tapia o a hacer el paseo.

Yo no tengo ningún antepasado represaliado, es más, mis predecesores eran del bando franquista durante la guerra civil... así que me considero con el derecho de pedir desde la objetividad y sin sentimiento de represalia ni venganza, que se respete la decisión de dejar de considerar a los muertos por una guerra como delincuentes, asesinos y se les permita estar enterrados donde sus familiares quieran, sólo pido eso. Ni siquiera les pido una placa o una calle. Por supuesto, hablo de los fusilados de los ambos bandos.

Gracias Don Baltasar, por ser nuestro Caballero Blanco, gracias por hacerme creer en que en el mundo existe un equilibrio entre el bien y el mal.

Quiero terminar con una cita de un libro muy conocido:

"Nadie se acuerda siquiera de por qué murieron, de por qué no tuvieron mujer e hijos y una habitación con sol; nadie, y , menos que nadie, la gente por la que pelearon. No hay ni va a haber nunca ninguna calle miserable de ningún pueblo miserable de ninguna mierda de país que vaya a llevar nunca el nombre de ninguno de ellos ¿Lo entiende? Lo entiende, ¿verdad? Ah, pero yo me acuerdo, vaya si me acuerdo, me acuerdo de todos, de Lela y de Joan y de Gabi y de Odena y de Pipo y de Brugada y de Gudayol, no sé por qué lo hago pero lo hago, no pasa un sólo día sin que piense en ellos. Miralles dejó de hablar, sacó un pañuelo, se secó las lágrimas, se sonó la nariz; lo hizo sin pudor, como si no le avergonzara hablar en público, igual que lo hacían los viejos guerreros homéricos, igual que lo hubiera hecho un soldado de Salamina."

Javier Cercas- Soldados de Salamina




Soldados Exiliados Republicanos Españoles de la división Leclerc
que entraron en Paris el día de la liberación