miércoles, 21 de noviembre de 2007

Sobre el sino y el destino


Jamás pensé que iba a acabar siendo un ratón de biblioteca de alta factura.

En apenas una semana, he aprendido a buscar, comprar por internet, patear bibliotecas...en busca de libros más que en mi vida. Y qué queréis que os diga, es una sensación placentera. La vida del investigador es dura desde que haces la matrícula hasta el final de tus días. Es una elección libre, y yo me pregúnto que cuáles son los mecanismos que hacen tomar este camino en el cerebro de una persona.

Lo primero que me viene a la cabez son las Películas de Indiana Jones y una frase mítica del guión de Spielberg "El arqueólogo pasa el 90% en bibliotecas y el resto buscando a pie de campo". Vale. Pero la satisfacción de buscar esas piezas que encajan el puzzle, y no digamos ya encontrarlas, vale por días y días de hojas y funcionarios malhumorados.

En mi opinión todo se remonta a la infancia...menuda novedad. El niño que cava en la tierra porque hay un tesoro escondido y pasa semanas yendo al mismo punto buscando lo mismo infatigablemente. Al final encuentra un casquillo de bala de la guerra civil y sus ojos se vuelven como platos y la música suena a su alrededor. Las trompetas de John Williams resuenan mientras corre a casa a llevar la bala a su madre/padre mirando a los lados para que no le salgan indígenas o nazis que le quieran robar el tesoro preciado. Tan tara raaaaaaaaaam tan taraaaaan!

Es decir. El sentimiento aventurero se hace y se nace.

Ya os contaré que veo entre las ruinas de Petra.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Hey, me interesaría saber qué has descubierto sobre el sino y el destino, porque esos términos me han generado enorme confusión.