lunes, 17 de diciembre de 2007

Siempre en estado de espera


Vive mirando una estrella
siempre en estado de espera.
Bebe a la noche ginebra
para encontrarse con ella.
Sueña con su calavera
y viene un perro y se la lleva,
y aleja las pesadillas
dejando en un agujero
unas flores amarillas
pa' acordarse de su pelo.

Sueña que sueña con ella
y si en el infierno le espera...
quiero fundirme en tu fuego
como si fuese de cera.

Antes de hacer la maleta
y pasar la vida entre andenes,
deja entrar a los ratones
para tener quien le espere.

Sueña con su melena
y viene el viento y se la lleva,
y desde entonces su cabeza
sólo quiere alzar el vuelo,
y bebe rubia la cerveza
pa' acordarse de su pelo.

Sueña que sueña la estrella
siempre en estado de espera;
vuelve a coger la botella
y pasa las noches en vela,
...siempre en estado de espera.

Extremoduro


La pureza.

El sábado, dando una clase de métodos de motivación para la enseñanza de Geografía perteneciente al CAP, una profesora muy enrollada, (María Jesús, creo que se llamaba) nos contaba que había utilizado grupos trangresores de música para analizar las letras y con ellas enlazar lo que dicen los ídolos de los chavales con su asignatura. Puso un caso concreto: Extremoduro.

Tendría yo 12 años cuando mi hermano me puso por primera vez una cinta con una canción que decía "Cagó Dios, en Cáceres y Badajoz" crítica a la pobreza de la zona extremeña entonces. No sería hasta varios años más tarde cuando mi gran amigo Oscar Monzón, me regaló una cinta magnética de 90 sony, con el disco "AGILA" y otros éxitos de la banda de Robe Iniesta. Ese disco me llenó. No entendía por qué, la verdad. Pero ahora con retrospectiva lo veo claramente.

El mundo no es blanco ni negro. Es una escala de grises. Grises que ensucian y que hacen el camino más difuso, engorroso y confuso. En ese mundo hay que vivir, nos guste o no.

Pero de vez en cuando, así como Platón hablaba del mundo de las ideas, debemos tener una percepción de lo puro, lo limpio, lo sincero...que aunque sea un utopía y además peligroso en términos absolutos (que se lo pregunten a Hitler), nos hacen sentirnos bien por un momento y creer en la humanidad.

Escuchar las letras de los Extremeños no es escuchar un dogma, una forma de vida ni una doctrina. Disfrutar con sus acordes no es estar en el cielo. Pero sufrimos una catarsis.

No he estado, por desgracia, en ninguno de sus conciertos, pero lo que he oído de multitud de asistentes es la sensación de "estar en otro mundo" un mundo de verdades ciertas de nuestro ambiente diario. No hay lugar para la hipocresía y el cinismo. Esto es lo que hay. Un espejo para la humanidad.

Ahora el relevo lo han tomado los Hip hoperos, los poetas urbanos. Puede que no te gusten, puede que los desprecies, pero si quieres seguir viviendo en "matrix" no analices sus letras. Pues están cargadas de balas de mundo.

Un abrazo para los artistas de este siglo.

5 comentarios:

Anónimo dijo...

¡¡Mira que me sorprende lo que he leído eh!!. Siempre te has caracterizado por tu buena memoria, lo achacaremos al jet lag.
Estuviste en un concierto de Extremoduro en Talavera allá por finales de los 90. Y lo sé porque you fuí contigo a ese concierto.
Haz memoria majo. Un abrazo, la canción es de 10.

Daniel Gomez dijo...

Que va Richi, al final no pude ir, me acuerdo perfectamente. Fuiste con estos pero yo no pude. Me acuerdo que me sentó como un tiro. El concierto que dices fue en la antigua Fiaga si mal no recuerdo...que años...

Anónimo dijo...

Que noooooo, que fue en ferias, fue en el escenario de la plaza de la juventud... Yo me quedé en tu casa a dormir... no te digo más.

Anónimo dijo...

Hola Paniii!!! Como te prometí, aquí está el primero de mis comentarios (espero que el primero de muchos!). Aún recuerdo cuando escuchábamos temas del Agila en Aire con 15 años... que momentos... creo que fue una de las mejores épocas de nuestras vidas... en fin, creo que ahora es todo más complicado.

Fernando.

Anónimo dijo...

Hi, guantanamera121212