miércoles, 5 de septiembre de 2007

Reflexiones a discreción

Conclusiones de un observador.

El periodo estival y su agonico mes de serptiembre incluido, tienen cosas curiosas, como el aumento de las horas frente al televisor. El verano, con su criba de programas que hace falta que los vean siete millones de personas nos depara sorpresas agradables.
Ayer hice un gran descubrimiento, la serie de televisión de Cuatro "Cinco Hermanos". Terminaba el episodio de mi religión "House", porque antes íbamos a misa y ahora vemos al doctor del hospital universitario, cuando, en mi vagancia absoluta propia de una tarde de verano me quedé a ver si había más tierra que la que se veía.
Y , plas, sorpresa.
Tanto debate de si el cine está en crisis, de si el cine español patatán, de si no tenemos actores, de si va de la guerra civil...(cuantas pelis de la guerra de secesión y de vietnam nos hemos tragado sin protestar) blah blah blah. Tanto debate y lo esencial lo encuentro en una serie, que , por supuesto, no ha funcionado en audiencia (por lo cual es buena fijo). No sé, es que me da por comparar a esas series con "Ana y los siete" y que quieres que te diga... pues que no me extraña que Marisol y Joselito se fueran a combatir con el Che Guevara, teniendo un público así... pues con dos cojones me atrevo a decir una cosa: Tras ver mucho cine español este año, ver lo premios que se ha llevado por jurados de mucha calidad... EL CINE ESPAÑOL NO SE MERECE A ESTE PÚBLICO. Y así lo digo. Y a quien le joda que baile.
Estando sobre un barco en los fiordos Noruegos me encontré a un clásico. Uno de esos espectadores que merecen la pena. Me dijo que el cine español tenía cosas muy buenas pero que en general no era muy bueno. Tras un rato de silencio le pregunté que por qué iba a ver pelis españolas en vez de otras que le gustarían más y me respondió: Es que no me gustan más. Yo voy a ver cine español para criticarlo. ¡Ole sus pelotas! Y yo a sus pies. Y el tio no era catedrático ni escribía en una revista de esas que sólo la compran los amigos y los familiares de los redactores (si eso)
Este verano ha dado joyitas: Ladrones, La soledad... películas que si las pusieran en televisión por la tarde tendrían más audiencia que las de los niños del Bronx que les faltan piernas y acaban siendo campeones olímpicos de salto de altura.
Y es que este es el deporte nacional: hablar de lo que no sabemos, porque si hablamos de lo que sabemos nos llaman soberbios. Y así, sin serlo, esto parece un país de gilipollas. Los taxistas saben como arreglar la política comunitaria y los profesores saben como ganar un mundial de fútbol.(por cierto, sabeis que el fútbol es el deporte menos practicado en España?si si, pensad cuando fue la última vez que jugasteis un partido Once contra Once) aquí se juega al fútbol sala, deporte en el cual somos campeones de todo...así que menos boca.
Y me aplico el cuento.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Lo prometido es deuda!! me he pasado por tu blog...y por supuesto te dejo un comentario, faltaría más!!
El deporte del que hablas debería ser considerado deporte olímpico ya que debe ser el más prácticado!

Ya sabes, si tienes un hueco este finde...a Cerralbos!!

Un beso!

Anónimo dijo...

Ya sabes lo que pienso del cine en general... por eso voy al cine una o dos veces al año... por eso y por otras cosas (doblaje...), pero si me tengo que quedar con un cine me quedo con el español y en todo caso el europeo! sin duda