Leo en la portada de EL PAÍS que las arcas del gobierno están en números rojos, situación que no se daba desde el año 2005. En ese momento, como todo mortal no acostumbrado a las deudas (no acostumbrado a tener dinero), la alarma se dispara...¿estará haciéndolo mal el gobierno de mi querido Zapatero?¿le habrá dado a Solbes un ataque de locura y habrá repartido entre los pobres inmigrantes de las pateras polos Ralph Lauren para que les den trabajo en Marbella?...preguntas de este tipo acudieron a mi cabeza...
Y para responderlas acudí a la microeconomía. Es decir, a los bolsillos y no a las cuentas. Recordé unas palabras que decía mi tío, antiguo alcalde socialista de un pueblo de la provincia de Toledo: " Es intolerable que un ayuntamiento no tenga nunguna deuda, siempre hay cosas que hacer por la gente y eso conlleva dinero, tanto el que se tiene, como el que se va a tener" lo que en resumidas cuentas quiere decir que si un gobierno se adeuda por buscar el bienestar de los ciudadanos, no es ningún pecado...
Pareciéndome simples estas palabras me da por pensar y reflexionar sobre el tema, sobre lo que he venido leyendo en libros de economía y de economistas actuales como Tim Hardford o Richard Florida... y ¡Sorpresa! de repente llego a la solución.
No sólo es bueno éticamente, el hecho de que se invierta y el gobierno se adeude(comprensiblemente) si es para fomentar la inversión posterior. Cuando los ciclos económicos se agotan, es necesario buscar los viveros de inversión en otros lugares. Se ha acabado el maremagnum este de la construcción, bien, pues ahora toca otra cosa mariposa...el problema es para aquellos que no han prevenido que su cuenta dejaría de ingresar cuatro ceros para empezar a ingresar menos. Así es el mercado: Todo el mundo se caga en la intervención del estado cuando todo va bien y luego todo el mundo pide cuentas al Rey cuando va mal.
Es necesario atravesar una travesía en el desierto mientras se reconfigura el panorama industrial. El gobierno ha adoptado medidas punteras en el mundo para la explotación de las energías alternativas y la investigación universitaria que se aplicarán en patentes, que asu vez revertirán dinero a este país. Tan sencillo y tan costoso de esfuerzo. Nadie dijo que el futuro fuese gratis y fácil, pero es.
Los resultados llegarán. No hay más remedio. Tenemos investigadores que están destacando en las universidades más punteras del mundo deseando volver a España...démosles una oportunidad.
Igual estos números rojos no son mal agüero, si no todo lo contrario.
Algo así dijo Einstein.
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