lunes, 1 de octubre de 2007

El trovador

Hace tiempo que admiro a Ismael Serrano.

Huelga decir que tengo en mi poder todos sus trabajos musicales. Desde que empezó en el Libertad 8 de Chueca, aquel álbum titulado "Atrapados en Azul", cuya foto de portada reflejaba la antigua estación de autobuses de Talavera de la Reina, hoy convertido en Corte Inglés. POr entonces, el joven cantautor vallecano, dejaba la licenciatura de físicas por dar conciertos por las facultades al módico precio de escucharle.

Yo le conocí un día de eterno invierno y me iluminó. Me enseñó a ver que en el mundo sufre mucha gente y que monopolizar el dolor es lo más egoista que puede hacer un ser humano.

Ahora, por supuesto, he adquirido el último de sus discos. Y he asistido a un acto de valentía. Uno propio de los caballeros de los que hablaba. Lejos de reciclarse, sigue con su discurso reivindicativo.

Sus canciones nuevas son saetas muy certeras pero ha habido una que me ha dolido especialmente. Se titula "Si se callase el ruido". Habla de todos los ladridos que no nos dejan hablarnos a la cara, leer en el prójimo lo que quiere decir de verdad.

De eso quería yo hablar. ¿Por qué no sabemos leer más allá de las palabras? ¿Por qué nos refugiamos en caracteres abstractos con tal de no enfrentarnos a intentar comprender al de enfrente?

Mucho ruido. Demasiado.

Buscad la definición de ruido en el diccionario. El ruido sobra. Debemos buscar la esencia.

En fin. Una obra maestra más del genial cantautor. Gracias una vez por identificarte con los problemas del mundo.

Yo sigo por el camino.

5 comentarios:

Anónimo dijo...

Me encanta Ismael Serrano!! he escuchado de siemppre sus canciones y el año pasado coincidí con él en la presentación de un nuevo libro de su padre...en la que por supuesto cantó.

Alguna vez, su música no me ha gustado...pero sus letras todas! uno de los mejores cantautores sin duda...

Un saludo Dani! espero que vaya todo bien.

Daniel Gomez dijo...

Es encantador saber que alguien comparte tus sentimientos.Muchas gracias por tu comentario, Maria. La música, en este caso, no es sino la fachada de una historia. Los antiguos trovadores no hacian sino transmitir historias a la gente. Historias que les hacían olvidar durante un rato lo duro de sus vidas o incluso reflexionar sobre ellas.Las historias según los antiguos griegos tienen la función de la catarsis, es decir, formar el espíritu del espectador.
Un abrazo.

Anónimo dijo...

ay ay!con lo de ismael serrano me has cautivado jejeje me encanta!, y ha sido eso lo que me ha hecho escribirte despues de amenazarte aquel septiembre de que entraria y escribiria, lo hice entre por entonces y no me anime a escribir, hoy desde otro sitio del mundo lo hago.
Me alegra ver que estas bien, yo aunque fuera,en tierras romanas todo anda bien.
Supongo que no te sera dificil averiguar quien soy, disfruta de la vida y seguimos en contacto.
1besazo

Daniel Gomez dijo...

Ok Cris, te identifiqué. Sabes que vivo con un chico italiano?Me va a enseñar a chapurrear un poquillo. Sobre Ismael Serrano te podría yo contar...me ayudó a superar muchas crisis. Mi vicio es escucharlo cuando mas reflexivo estoy. Me alegro un montón de que te vaya bien, aunque nunca lo dudé. ¿Algún sitio para escribirte? Mi dirección danigomez80@hotmail.com. Un besote

Daniel Gomez dijo...

Y por cierto se me olvidó decir que quizá llegar a Ítaca se lo de menos y que en tu ventana "entre el sol cada mañana".

Besos para todos los caminantes